Esta pandemia puede generar una ventana de oportunidad para que los detractores de la globalización puedan promover en cambio, mayor control Estatal, cierre de fronteras, minimizar el tráfico de personas y colocar barreras al libre comercio.
Sobre esto conversamos con el Dr. Miguel Ángel Martínez Meucci, en nuestras sesiones ‘El Mundo después del Coronavirus’ (puedes escuchar esta sesión en Anchor y Spotify), que alerta que también que, sumado a esto, han ocurrido en las últimas décadas, regresiones autocráticas en democracias que se creían consolidadas, así como el fortalecimiento de líderes populistas.
Hemos intercambiado con Martínez Meucci algunas preguntas que surgieron luego del conversatorio:
- ¿Viene una ola de proteccionismos o esto está solo ocurriendo pasajeramente por el estado de emergencia existente en todo el mundo? No podemos saberlo aún. No obstante, la tendencia apunta claramente hacia una mayor intervención estatal, un aumento del gasto público y mayores restricciones a la libre circulación de bienes y personas.
- ¿La pandemia representa una amenaza para los gobiernos locales y cómo afecta esta situación a la distribución de poder? Me parece que esto habría que contestarlo en función de las particularidades del sistema político de cada país. En el caso de Venezuela, la autonomía de los gobiernos locales está en buena medida supeditada, no a las leyes, sino a la voluntad del régimen autocrático. En tal sentido, cabe imaginar que la pandemia podría servir como excusa para suprimir o controlar atribuciones de gobiernos locales.
- Con los espacios de diálogo físicos clausurados y obligándonos a movilizar todo a medios digitales ¿podría ser este el comienzo de un cambio profundo de cómo se hace política? Ya en todo el mundo se aprecia el modo en que las redes sociales se han convertido en un importante espacio de interacción política. Dicha condición podría incrementarse en las condiciones actuales, aunque ciertos aspectos propios de la política no pueden ser llevados a un espacio digital. En Venezuela, particularmente, con toda seguridad se hace necesario que el proceso de rearticulación política y social que requiere el país para revertir la disolución actual se apoye fuertemente en el uso de los medios digitales.
- ¿Cómo involucrar a las personas para que no se sientan víctimas de los problemas públicos, sino que puedan sentir que son parte de la solución, generando confianza interpersonal y con el gobierno? Cada vez hay más problemas que atender en Venezuela y menor disposición de los órganos públicos para atenderlos. La idea de que el Estado puede resolver todos nuestros problemas muere poco a poco con cada día que pasa en nuestro país. Es, pues, no sólo una oportunidad sino también una necesidad que el país sea repensado enteramente desde la capacidad de la gente para trabajar concertadamente. La primera capacidad para atender los problemas que nos agobian debe, en estos momentos, ser desarrollada por la gente. Y los grandes mecanismos articuladores de la sociedad, tal como los partidos políticos, quizás podrían ayudar en ese proceso.
- Ante el clásico dilema seguridad vs. libertad, pareciera que en este contexto de pandemia la seguridad individual y colectiva es la prioridad ¿opina usted lo mismo? La razón de ser del Estado, al menos en atención a la tradición hobbesiana del pensamiento político, es la de brindar seguridad al conjunto de la comunidad política. De ahí que el Estado tenga una responsabilidad fundamental a la hora de brindar la mínima seguridad colectiva necesaria en estos momentos. No obstante, no sólo es verdad que el compromiso de un Estado democrático es hacer esto sin irrespetar un conjunto de libertades individuales primordiales, sino que la experiencia general parece demostrar que es más efectivo hacerlo de ese modo, en el marco de una estrecha cooperación entre Estado y sociedad, y no a través de vías autoritarias.
- En países donde las libertades están amenazadas ¿Cómo podrán las personas proteger sus libertades, si la capacidad de manifestarse públicamente está limitada o incluso prohibida? Será muy difícil hacerlo sin poder recurrir a manifestaciones públicas y masivas. No obstante, ahí está la importancia de la prensa, de los medios digitales y de las posibilidades de la acción colectiva en pro de la defensa de las libertades. Todo gobierno que se comporte de modo autoritario en el contexto de la pandemia debe saber que en algún momento deberá volver a afrontar las críticas y oposición de los ciudadanos. Las prácticas autoritarias podrían pasarle factura.
- Dada la necesidad de cooperación y solidaridad que parece requerir esta coyuntura ¿podría ser esta la oportunidad para que ideologías enfocadas en la redistribución de la riqueza encuentren una oportunidad para reimpulsar sus narrativas? Los momentos críticos siempre representan oportunidades interesantes para el desarrollo de nuevas narrativas y planteamientos ideológicos. La oportunidad para ello está ahí; el éxito en ese sentido dependerá de la habilidad de quienes emiten el discurso y del modo en que éste sea acogido por la sociedad.
- Dijo que este es un momento para ser pragmáticos y tratar de evitar dar respuestas a los problemas de esta crisis desde posiciones ideológicas ¿Qué tal alejados podemos estar realmente de las ideologías cuando iniciamos un debate que replantea el accionar del Estado? Tal como señalaba recientemente el poeta venezolano Rafael Cadenas (demostrando que para comprender esto no hay que ser politólogo), “el problema de toda ideología es que ya está hecha, lo cual traba el pensar libremente”. Las ideologías son interpretaciones o explicaciones pre-ordenadas de la realidad que, por eso mismo, a menudo impiden comprender las cosas en atención directa de la realidad. Las ideologías nos dan algunos parámetros importantes, pero el arte de gobierno no puede seguirlas al pie de la letra; muy por el contrario, amerita el ejercicio de la prudencia.
- A raíz de la coyuntura muchos gobiernos y personas han cuestionado el rol que pueden tener los organismos de cooperación internacional como la OMS ¿qué impacto tiene esto? ¿es hora de replantear la política internacional? La política internacional refleja órdenes, usos y jerarquías que, como es natural, no son inmutables ni convienen a todos los actores por igual. Toda gran crisis es una oportunidad para que los actores descontentos propongan nuevos planteamientos. Sobre todo, los actores que vienen acumulando cada vez más poder relativo exigen cambios a los actores que, más bien, vienen perdiendo poder relativo o que aún controlan el orden actual. Por supuesto, dicho orden se compone de múltiples disposiciones y organizaciones que serán puestas en entredicho. Mucho tendrá que ver con las condiciones económicas en las que se cierre este año y de lo que las grandes potencias consideren necesario hacer para recuperarse de este bajón.
Si quieres escuchar más de la participación del Dr. Miguel Ángel Martínez Meucci en ‘El Mundo después del Coronavirus’ puedes disfrutar del episodio ‘Resistir la autocracia en el Covid-19’ de nuestro podcast, disponible en Anchor y Spotify