En el mundo actual, post guerra fría, mucho se ha hablado de los regímenes híbridos, autoritarismo competitivo y afines, desde África hasta Latinoamérica muchos regímenes han sido clasificados como tales pero vale preguntarse, en medio de tanta diatriba que confunde, ¿Qué es autoritarismo? ¿Qué es competitivo? ¿Qué es democracia? Porque ante tanto laberinto de términos, tal vez sea necesario volver a los clásicos para definir conceptos porque el autoritarismo se ha relacionado a lo opuesto a la democracia.
Muchos de estos regímenes fueron reseñados
[…] Los académicos trataron estos regímenes como formas incompletas o en transición democrática. En muchos casos estos calificativos resultaron demasiado optimistas. Particularmente en África y en la antigua Unión Soviética, muchos regímenes siguen siendo híbridos o han tomado una dirección autoritaria. Ya es hora de dejar de pensar en estos casos en términos de transición democrática y empezar a concebirlos como los tipos específicos de regímenes que realmente son (Levitsky S. y Way)
Es importante definir por los opuestos es decir democracia versus autoritarismo, remitirnos a los clásicos para dilucidar dudas o ambigüedades, comportamiento electoral competitivo, etc. democracia y autoritarismo son opuestos, no es posible hacer un mix entre ellos pues responden a requerimientos diferentes, quizás el más importante de ellos es la libertad, para comenzar definamos los
[…] los regímenes autoritarios se caracterizan por la ausencia del parlamento y de elecciones populares o, cuando estas instituciones quedan con vida, por su reducción a meros procedimientos ceremoniales y el indiscutible predominio del vértice ejecutivo. En la segunda perspectiva los regímenes autoritarios se distinguen por la falta de la libertad de los subsistemas, tanto formal como efectiva, que es típica de la democracia. La oposición política es suprimida o invalidada; el pluralismo de los partidos, prohibido o reducido a un simulacro sin incidencia real; la autonomía de los demás grupos políticamente relevantes, destruida o tolerada mientras no perturbe la posición de poder del jefe o la élite gobernante […] (Bobbio, 2002: 132)
En consecuencia no es posible un procedimiento electoral competitivo si no se cumplen la razón de ser de la elección que es la alternabilidad y la libertad de elegir entre candidatos varios donde todos los ciudadanos concurren en igualdad de condiciones y sin restricciones, si hay una oposición disminuida no tenemos elecciones competitivas ergo tampoco tenemos democracia y dicho régimen debe ser definido como tal, es decir autoritario.
La permisibilidad que da el concepto de regímenes híbridos o autoritarismos competitivos desdibuja la verdadera razón de aquellos sistemas que no son ni serán democráticos y utilizan formas para maquillar la razón de ser de su sistema que es el autoritarismo, un ejemplo es lo que ocurre en la Venezuela de hoy donde se ha reducido a la oposición inhabilitando a partidos y actores políticos, intentando crear una oposición ad hoc como por ejemplo en Nicaragua.
Debemos entender que en democracia
La institucionalidad básica del Estado liberal de derecho se expresa en: (1) el reconocimiento de derechos naturales como espacios de libertad natural; (2) la división de poderes; (3) la reserva al Legislativo de la regulación de los derechos fundamentales sin poder violentar nunca su “contenido esencial”; (4) el principio de legalidad o de subordinación del poder ejecutivo a la ley; (5) un poder judicial independiente que salvaguarda los derechos, interpreta y aplica las leyes y controla la legalidad del poder ejecutivo.
La larga historia de la democracia releva dos dimensiones de la misma: por un lado la democracia se ofrece como un conjunto de reglas o instituciones orientadas a la distribución efectiva del poder entre el mayor número de personas –el llamado método democrático-; por otro, este sistema institucional se basa e inspira en la creencia en la igualdad y la diversidad humanas. El encuentro entre liberalismo y democracia será posible en la primera dimensión, no en la segunda. Para los demócratas la democracia plena no se conforma sólo con la participación política sino que exige, además: (1) que esta participación política sea igual y (2) que la participación política sea libre. (Prats, http://aigob.org/content/view/183/25/)
«…la palabra clave es “la libertad” si no hay alternativas no la tenemos y el ciudadano está limitado a no elegir, tal vez vote pero no elige.»
Vale destacar que es imperativo basarnos en los clásicos para evitar dualidades que impidan la calibración de un régimen, evidentemente los autoritarismos se maquillan de formas de modernidad pero siguen siendo regímenes autoritarios, el hacer elecciones como en Cuba quiere esto decir que son elecciones competitivas de alternabilidad y de opciones al electorado, o simplemente son una forma para cubrir apariencias, si la escogencia es entre negro y negro, no tenemos alternativa, la selección es una sola, pero si la elección es entre negro, rojo, azul, morado, el ciudadano tiene la libertad de elegir y la palabra clave es “la libertad” si no hay alternativas no la tenemos y el ciudadano está limitado a no elegir, tal vez vote pero no elige. Si “se celebran elecciones poco competitivas en las que el fraude estructural se alimenta del uso abusivo de los recursos del estado por parte de los oficialismos de turno” (De Riz, http://www.aigob.org) no hay tal competitividad y entonces nos quedamos solamente con el autoritarismo
Consideremos que una discusión sobre el tema es pertinente para poder calibrar a los regímenes por lo que son, y no por la apariencia, de ello derivará el tipo de lucha política para rescatar la democracia que si bien no es un sistema perfecto, es perfectible y el único que garantiza la libertad del ciudadano de ser y elegir la vida que desee.
Bibliografía
Bobbio N. et al. Diccionario de Política a-j. Siglo XXI Editores. México, decimotercera edición en español 2002
Levitsky S. y Way L. Elecciones sin democracia. El surgimiento del autoritarismo competitivo. Estudios Políticos N° 24 Medellín enero-junio 2004 159-176 http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/colombia/iep/24/8%20autoritarismo%20competitivo.pdf
Prats J. Liberalismo y Democracia. http://aigob.org/content/view/183/25/
Romero, A. et al. (1994). Diccionario de Política (y de los grandes pensadores políticos). Caracas: Panapo
(a) Sartori, G. (1997). Teoría de la democracia. 1. El debate contemporáneo. Madrid: Alianza
(b) ________ (1997). Teoría de la democracia. 2. Los problemas clásicos. Madrid: Alianza.
___________ (1998). Partidos y sistemas de partidos. Marco para un análisis. Madrid:
Alianza.
________ (2000). La política. Lógica y método en las ciencias sociales. México: Fondo de Cultura Económica.